jueves, 25 de noviembre de 2010

ALGUNOS CASOS SOBRE SECUESTRO

Creo que lo he logrado. Despertar de manera consiente por primera vez en mi vida. Y no es hasta este momento que te das cuenta lo dormido que estabas y desde cuando lo habías hecho. Te preguntaras porque se me ocurre hablar de un tema tan discutido y propuesto, pero lo único que quiero es darte mi punto de vista en base a lo que he vivido, por desgracia.
Empezaré diciendo que mi secuestro fue uno más de los muchos que ha habido en este país y aquí te empiezo a contar mi versión. He dejado de sentirme especial en el sentido de poder vivir para contarlo y he pasado a ser el relatador de una historia que muy bien podría haber sido un sueño, y ojalá lo hubiera sido.
Todo empezó un 28 de Enero del 2003 más o menos a las 12:45am.
Yo salí del negocio familiar, Billiards, en la ciudad de Boca del Río, Veracruz, y me dirigí al estacionamiento que estaba a la vuelta de la esquina. Ahí en un rincón oscuro por donde casualmente no pasaba nadie...me "levantaron" (déjame notar que odio esta palabra porque es la que usa un secuestrador, yo prefiero "secuestraron") y lo que parecía un simple robo de auto se convirtió en los 221 días mas horribles de mi vida...

Así que, en ese rinconcito donde me encontraba había un coche rojo (podía haber sido un Nissan) estacionado a unos escasos 10 cm de mi coche prohibiendo subirme en el. Dentro del coche rojo había una mujer, de pelo rubio (oxigenado obviamente) pero no me permitía ver su cara y hablaba por celular. Le pedí (sin ver su cara) que se moviera, lo cual empezó a hacer incluso antes de que terminara de pedírselo y haciendo una maniobra bien pensada le pega a mi coche en la puerta del conductor y se frena, evitando así cualquier intento mío por subir al coche (por ese lado, claro) y con la misma sincronización que unas bailarinas acuáticas llegó una Cherokke verde oscuro, se abrieron dos puertas pero no la del chofer que era un tipo moreno con algo de barba, y se bajaron dos hombres armados para acercarse a mí y amenazarme con las pistolas. Al momento que vi la primer arma me voltee y me hinqué en el piso, de manera inconsciente fue como reaccione. El hombre que me agarro del hombro me pedía calma, que solo querían mi coche y que le pasara las llaves a lo que accedí sin pensarlo, pero cuando las tomo no quito su mano de mi hombro y lo que pudo haber sido 3 segundos para mí se sintió como 5 minutos cuando de repente me dijo que me levantara y sin más entre los dos hombres me encaminaron a la camioneta para subirme en la parte baja del asiento trasero. Se subieron, cerraron las puertas y nos arrancamos, después de unos segundos parecía que íbamos a 120 km/h. En el trayecto una voz grave, que pude detectar por la dirección en la que la oía que se trataba del conductor, me dijo:
-Solo queremos tu coche, vamos a dar vueltas una media hora y te soltamos.
-... silencio total mío.
Este silencio que creí inteligente resulto ser todo lo contrario porque de repente el chofer gritó con una autoridad tan clara que me dejo entredicho que se trataba de el "Jefe":
-A ver! pégale un madrazo a este cabrón, para ver si no está dormido!
-No estoy dormido!.- Respondí inmediatamente.
-Ah! bueno pues contesta pendejo!
-Sí señor, está bien.- Literalmente temblaba de miedo.
Y así me trajeron los hijos de la chingada (por que no tienen otro nombre) unos 20 minutos. En el trayecto me esposaron las manos por detrás y al cabo de lo que creo habrán sido 10 minutos mis brazos me dolían, se me habían dormido y yo no quería hacer el mas mínimo movimiento que pusiera nerviosos a esto cabrones. Al cabo de los 20 minutos, más o menos, llegamos a una casa, donde me bajaron poniéndome una chamarra en la cabeza para que no viera nada. Esta casa fue mi jaula casi 2 meses.

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